Gravity [Cine]

'Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhaüser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.'
Perdonad si comienzo esta crítica con las inmortales palabras del monólogo final de 'Blade Runner', pero no creo que exista manera más bella de poder transmitiros mis sensaciones tras ver 'Gravity'. Os puede parecer grandilocuente o fuera de lugar, sin embargo, creerme cuando os digo que yo sí he visto cosas increíbles y que he estado en lugares que jamás podría haber visitado. Todo gracias a esta película. Sólo puedo recomendar encarecidamente a aquellas personas que aún no hayan tenido la oportunidad de ver este film que no continúen leyendo. Primero han de sentir, experimentar la travesía interior y el universo emocional que contiene 'Gravity'. 
A los demás, a los que han vibrado con esta odisea, sentaros cómodos, leed con pausa, retornad a las emociones y sentimientos que vivisteis en la butaca. Bienvenidos al viaje de vuestras vidas.



¿De qué va?

La doctora Stone (Bullock) es una brillante ingeniera especializada en medicina. Durante su primera misión en un transbordador, junto con el veterano astronauta Kowalsky (Clooney), sufren un desastre mientras reparan un satélite. Su transbordador queda destruido, dejando a Stone y Kowalsky completamente solos, unidos el uno al otro, dando vueltas en la oscuridad más absoluta. 
Pierden el contacto, cualquier vínculo con la Tierra y con ello la posibilidad de un rescate. El miedo y el pánico van en aumento mientras el oxígeno de sus trajes espaciales se agota. El único camino a casa solo pueden encontrarlo adentrándose aún más en la profundidad del espacio.




La crítica

En lo que va de siglo, pocas o muy pocas películas, han dejado o dejarán tanta huella como la que ocupa la presente crítica. El calado que este film ha puesto sobre el panorama cinematográfico actual será un punto de inflexión en las futuras realizaciones. Me atrevo a afirmar que la cinta de Alfonso Cuarón marcará los próximos proyectos en el género de la Ciencia Ficción y, como consecuencia, en el cine tal y como lo entendemos.

En los años 60 el referente fue '2001: una odisea del espacio'; en los 70' la cima la representó 'Star Wars'; más tarde en los 80' fue 'Blade Runner' quien puso las normas; en los 90' el climax lo señaló 'Matrix' y aunque resulte extraño, desde el 2000, ninguna película podía denominarse como abanderada de la Ciencia Ficción. Pues bien, eso acabó. Tenemos nuestro referente: 'Gravity'.



La cinta de Cuarón se encuadra en el género de la Ciencia Ficción, aunque realmente podemos discutir cuánto de ficción y cuánto de ciencia contiene. El realismo en ella es brutal, de una consistencia abrumadora. Nada escapa a los ojos del espectador, nada es puesto en duda. Asombra pero no por los hechos que relata, sino el modo en que los relata. Es incuestionable el trabajo y la labor de asesores, técnicos y consejeros que la película ha tenido a su alrededor para dotar cada fotograma de una verosimilitud que roza con la perfección. El director, además de guionista junto con su hijo Jonás Cuarón y Rodrigo García, ha trasladado una breve historia a un lugar tan vasto e inabarcable que inunda los sentidos con cada secuencia, plano e instante.

Técnicamente es perfecta, insuperable. De imposible discusión a la hora de buscar y encontrar un fallo. La manera de rodar del director mejicano supera todas las expectativas previas que uno puede tener antes de entrar en la sala de proyección. Nos pone dentro de la historia, nos hace partícipes de cada momento de la tragedia que presenciamos. Somos espectadores y a la vez víctimas de los sucesos que ocurren. Sentimos la fuerza del vacío, los golpes y zozobras del espacio; nos mareamos, experimentamos el vértigo de la protagonista al ser puestos dentro de la escafandra de la protagonista. Oímos su respiración justo al lado y notamos cómo el latido de su corazón se acelera.

Es innegable que el realizador ha sabido trasladarnos al lugar y al momento preciso para hacernos sentir una experiencia tan real, tan vívida, que seamos incapaces de olvidar las sensaciones y pensamientos que recorren nuestro cuerpo al sentir la inmensidad del espacio exterior. Nos convierte en auténticos astronautas. En viajeros imposibles de una travesía fantástica.

Los planos secuencias con los que el film se desenvuelve son magníficos. El primero de ellos, al comenzar, de 13 minutos (aunque todos ellos tienen truco) es una obra maestra de cómo presentar y abrir una película (a más de uno le vendrá a la cabeza 'Sed de Mal'). Cuarón, combina estos planos secuencias con unos primeros planos de los protagonistas que llenan la pantalla de las angustias, temores y esperanzas de los personajes. Satura al espectador con la irrefrenable fuerza que la emotividad de ellos se desprende. Narrativamente, el uso de estas dos técnicas (primer plano, plano secuencia) dotan a 'Gravity' de una solidez y frescura que hacen difícil trazar la línea que separa una película de un espectáculo visual.

Ante todo eso es 'Gravity', una experiencia visual. Asombrosa, demoledora. Nos eleva hasta el infinito del cosmos, sentimos la profundidad intocable del vacío y percibimos la soledad inherente del astronauta al verse perdido. Somos testigos de la visión de la Tierra como jamás antes nos la había mostrado. Asistimos a escenas que nos encojen, que medran nuestra imaginación (el fuego en gravedad cero dentro de una nave). Cualquier otro modo de rodar esta maravilla hubiera sido superfluo y carente de interés, pero el director ha sabido darnos lo que deseábamos: una experiencia vital. Cada imagen del universo se nos muestra de una manera poética que antes nunca habíamos presenciado.



Por que 'Gravity' es en el fondo eso, una experiencia de vida. Un viaje interior, de búsqueda personal, de superación, de redención. Una lucha de la vida por encontrar su significado y esencia. Una travesía de pérdida para hallar el sentido a una vida.
La historia, sencilla pero a la par frenética (y con sólo dos personajes), no deja un instante de pausa o reflexión al espectador. Nos envuelve desde el primer segundo. Lo visual hipnotiza y devora nuestros sentidos dejándonos llevar como astronautas a la deriva. Por ello, la historia fluye, lo que nos cuenta es vivido y no puesto en duda. Estamos en la historia que nos relata, somos los protagonistas.

Otro de los grandes aciertos del film es su banda sonora (Steven Pric), así como el uso durante la proyección. Inseparable de las imágenes. Nos retumba en el pecho, nos sacude y prepara para el golpe, nos lleva en volandas hasta agarrarnos a un saliente al cual sujetarnos. Impacta en nuestros oídos e incrementa la experiencia total de la película. No aconsejo escucharla aparte, pierde enteros sino hacemos un esfuerzo de memoria y acompañamos la música de las imágenes.




La filmografía de Cuarón es dispar y variada; contiene títulos tan alejados unos de otros como 'El prisionero de Azkaban', 'Grande esperanzas' o 'Y tu mamá también' aunque quizás sea 'Hijos de los hombres' su película más personal y redonda hasta 'Gravity'. Es en 'Hijos de los hombres' donde el director marca las mismas pautas que 'Gravity' expone: la superación del ser humano, la esperanza, la redención y la perpetúa convicción de la vida como viaje de conocimiento. 

La catarsis que la protagonista (Bullock) sufre la vivimos como propia. Cuarón sabe cómo llegar al público y lo demuestra en su manera de escribir. Ya desde 'Y tu mamá también' lo había demostrado.

Las interpretaciones de Bullock y Clooney son convincentes y acertadas, por ese orden. No soy admirador de la señorita Sandra, al contrario. Pero he de admitir que el trabajo que realiza es con diferencia el mejor de su carrera. No sé si otra actriz hubiera encajado, pues ella ya pertenece al microcosmos que ha creado Cuarón, pero su actuación refleja cada estado del personaje (frialdad, miedo, ansia, desesperación, reflexión, determinación y convicción por ese orden). Tan sólo discrepo con las últimas frases de su personaje, pues resultan un poco forzadas y de cara a la galería (algún pero tenía que encontrar). La motivación de su personaje es palpable en todo momento. Descubrimos sus sentimientos mientras vivimos su experiencia en el espacio. 



Clooney es el contrapunto al personaje de Bullock. La sonrisa, la seguridad, la experiencia. Es el que nos hace sentir a salvo en los momentos adversos. Nos sentimos tan perdidos como la doctora Stone cuando su personaje (Matt Kowalsky) desaparece en el infinito de la oscuridad. Su 'aparición' en forma de alucinación es un guiño a la esperanza y una ventana que el director abre a la imaginación.

El desenlace, que durante el visionado nos hace pensar en lo peor, elude cualquier tentativa de ir a lo fácil. En manos de cualquier otro director, esta película hubiera tratado de ser un catálogo de tópicos 'made in USA', con banderas de barras y estrellas por doquier, con equipos de rescate y misiones de salvamento imposibles. Pero aquí no, aquí todo es distinto. La voz que escuchamos desde la Tierra nos sirve como único vínculo con la realidad que creemos segura. Cuando esta voz (Ed Harris) se pierde, nos quedamos en soledad junto a la doctora Stone. Somos seres humanos perdidos en la inmensidad de un océano insondable.



La esperanza, la ilusión o la Fe si alguien quiere llamarlo así, la encontramos junto a la protagonista en los minutos finales. Intentamos sobrevivir a la experiencia, y al igual que ella, desde la soledad del espacio, nos encontramos. Lo que hemos perdido allá arriba, en la magnitud de la visión de la Tierra, cuando creíamos que dejábamos todo lo negativo atrás, sólo nos sirve para hallar las respuestas que buscábamos. 

Ella había perdido a su hija de una manera absurda. Como su personaje dice: 'Iba al trabajo y conducía, no hacía nada más. Conducía'. Quizás por eso mismo, en la última escena, cuando la doctora Stone logra llegar a la Tierra, sale del mar y consigue ponerse en pie, es consciente de todo. Es consciente de su lucha, de su motivación y de su pérdida. Pero por encima de todas esas cosas es consciente del significado: vivir. 

Quizás por eso, nosotros como espectadores (ya alejados de ella) vemos como camina poco a poco por esa playa, dando breves e inseguros pasos hacia un futuro incierto. Pero volviendo a sentir. Bajo sus pies, como una fuerza eterna y perfecta: 
la gravedad.

Información de más
  • Ganadora Globo de Oro Mejor Director. Nominada a 10 Oscars (incluido Mejor Película, Director y Actriz).
  • Los nombres que se barajaron en principio para interpretar al personaje de la doctora Stone (Bullock) fueron: Angelina Jolie, Natalie Portman o Scarlett Johansson.
  • El papel de George Clooney estuvo ligado al de Robert Downey, Jr durante mucho tiempo.
  • El proyecto permaneció parado unos años hasta que la Warner Bros. se hizo cargo de los derechos.
  • En la versión original, la voz de Control de Houston la interpreta Ed Harris.
  • El presupuesto inicial del film era de 80 millones de dólares aunque se cree que ascendió hasta los 120 debido a su acabado visual final y rodaje en 3D.
  • Ha sido presentada en numerosos festivales de cine (incluido Venecia y San Sebastián) y ha obtenido varios premios desde su estreno: Mejor Actriz Festival Hollywood (Sandra Bullock) y 'Future Film Digital Award' (Alfonso Cuarón)


Nota final: 8

Unknown

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo. Me maravilló. Un saludo.

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  2. Es difícil que una película íntegramente ambientada en el espacio, con escenas en su mayoría con el helado y casi infinito negro como telón de fondo, logre emocionar al público, pero “Gravity” lo consigue ampliamente, tanto en registros dramáticos como cómicos.

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