Las brujas de Zugarramurdi [Cine]

La gran sorpresa de cartelera, no sólo a nivel de cine español, sino de los estrenos actuales en general, ha sido esta película de la que vamos a hablar hoy, dirigida por Alex de la Iglesia. Una comedia sobre las relaciones entre hombres y mujeres enmascarada en el género fantástico. Ya sabemos que tenéis ganas de Festival de Sitges, pero no podíamos faltar al entusiasmo que ha suscitado esta cinta.




¿De qué va?

Jose (Hugo Silva) es un padre divorciado que, ahogado por el paso de la manutención a su ex-mujer y la falta de dinero por la crisis actual del país, decide atracar una tienda de "compro oro" para no tener que preocuparse por el dinero en mucho tiempo. En la aparatosa huida tras el robo, acaban él y su cómplice Tony (Mario Casas), en un pueblo de Navarra del que se dice que es la cuna de las brujas, Zugarramurdi. Allí, dicen, se celebraban aquelarres de brujas caníbales  Los protagonistas descubrirán que no se trata de leyendas urbanas.



La crítica

Si tuviéramos que reducir la película de De la Iglesia a una palabra esa sería "carcajada", una sonora carcajada de principio a fin. La historia que nos narra no es más que una excusa para plasmar en pantalla un monólogo sobre hombres y mujeres y viceversa.

La trama gira en torno a Jose, un padre que agobiado por sus problemas económicos decide dar un golpe junto a Tony, que necesita el dinero para no sentirse tan dependiente de su novia, además de estar en el paro. A primera vista, parece una simple historia de ladrones, con su acción y sus persecuciones, pero desde el minuto cero ya vemos que no es así.

El primer indicio es que Jose se lleva al atraco a su hijo de 11 años, no para que le ayude, sino porque, por tener la custodia compartida, coincide que le toca ese día al niño y, claro, es bueno para el chaval aprovechar el tiempo con su padre. Aunque quizás el primer indicio sería que vayan vestidos como estatuas vivientes, uno de Jesús de Nazaret plateado y el otro de figurilla de soldado verde.



La situación del robo y la huida que es de por sí extrema, y fuera de lo normal, tiene incrustados diálogos sobre cosas tan cotidianas como una conversación sobre la educación del niño, la crisis, etc.. Cambios de tema constantes al ritmo de lo que esté sucediendo en ese momento, algo que estará presente en toda la película.

Las interpretaciones de Silva, Casas, Maura y Pávez están por encima de la corrección, lo que regala más calidad al conjunto. Por cierto, merecido el premio que ha recibido en el festival de San Sebastián de este año Carmen Maura. La actuación más floja quizás sea la de Carolina Bang que cumple con su parte de bruja buenorra, pero que le falta algo de chispa. Las brujas aunque sean villanas son de lo mejorcito del filme, sin dejar de lado el papel que le toca interpretar a Mario Casas, quien poco a poco demuestra que puede enfundarse cualquier rol que se le presente. Aquí hace de "cani", también es de lo más cómico de la película.



Hay acción de mamporrazos. Nada de ñoñerías, el problema de las brujas es serio y en ocasiones se abalanzan sobre sus víctimas cual zombies de 'Guerra Mundial Z'. Una vez que han desvelado sus intenciones no se andan con chiquitas y pobre del que intente aguarles los planes.

En mi opinión el último acto se ahoga un poco con todo el tema de la macrofiesta que se montan las brujas en la cueva. No pasa desapercibido ese bajón de ritmo, pero no termina de desconectar de la historia y vuelve a engancharse para el final de la película.

El despliegue de efectos especiales al que pocas películas nacionales nos acostumbran aquí tiene su lugar para dar vida a lo sobrenatural, con buen gusto y bien hecho.



Lo que el director pretende con esta cinta es crear una comedia de tema ligero con una atmósfera oscura y gamberra, como las que solía hacer antes. Esta vez nos habla de las relaciones amorosas, sin disimular la metáfora de que las mujeres son unas brujas y que los hombres las desquician queriendo y sin querer. 

Lo mejor es cómo cualquiera que vea el filme puede reconocerse en la mayoría de las situaciones de las que nos habla 'Las brujas de Zugarramurdi'. Una comedia española que merece la pena ser vista si se quieren pasar unos hilarantes minutos frente a la gran pantalla.

Información de más
  • En el inicio de la película aparecen imágenes de brujas para ilustrar la cronología de su historia, entre ellas aparece una foto de Angela Merkel.
  • Alex de la Iglesia declaró que éste había sido uno de los proyectos más personales que ha dirigido hasta el momento.
  • Hay cameos, por supuesto. Uno de ellos es de Santiago Segura, pero probablemente os cueste unos segundos ubicarlo.
Nota final: 7


Unknown

2 comentarios:

  1. Buena critica, estoy totalmente de acuerdo, acabo de verla y es genial. Solo una pequeña corrección, Zugarramurdi es Navarra, no Euskadi

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    1. Wow errata máxima! Gracias por la corrección y porque te haya gustado! ^^

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