Alabama Monroe [Cine]

Alabama Monroe’ tenía todas las papeletas para convertirse en un telefilme barato, de esos que podemos encontrar los fines de semana por la tarde en cualquier TV si ponéis Antena 3: una historia de amor entre dos personajes opuestos, con el añadido de una dulce niña que padece una terrible enfermedad. Pero este drama intenso ha evitado caer en el melodrama barato, consiguiendo que el film sea todo un éxito allá donde se estrena, acumulando premios en prácticamente todos los festivales a los que acude y que incluso haya sido nominada al Oscar a la mejor película extranjera.

¿De qué va?

Didier (Johan Heldenbergh) toca el banjo en una banda. Elise (Veerle Baetens) es tatuadora. Ambos se enamoran al instante, pese a ser muy diferentes. Él es un romántico, ateo y amante de la cultura de los USA. Ella, más espiritual, vive la vida intensamente, tatuándose cada experiencia vital en su cuerpo. 

Con el paso del tiempo son bendecidos con el nacimiento de su hija Maybelle (Nell Cattrysse), que no hace sino aumentar su felicidad. Pero unos años después, su hija enferma y esto provocará una profunda brecha emocional entre ellos. 
La crítica


Es posible que algunos de los espectadores se queden con la sensación de que han sido manipulados y en cierto modo, no les falta razón. Tocar un tema tan delicado como el del cáncer infantil puede llevar a poblar un film con escenas típicas y tópicas, preparadas para tocar la fibra en el momento exacto. Pero el director Felix Van Groeningen ha mantenido el pulso a la hora de rodar esas escenas, consiguiendo evitar caer en la sensiblería facilona, logrando al mismo tiempo distanciarse emocionalmente del espectador, que es el que finalmente decide qué o a quién creer.


‘Alabama Monroe’ fue originalmente una obra teatral escrita e interpretada por Johan Heldenbergh, protagonista también de la película, que una vez aceptó que su texto fuera adaptado al cine se apartó de la elaboración del guión, dejando la tarea en manos del director y sus colaboradores. La adaptación no fue nada fácil. La obra original, con intensos y largos monólogos, hacía muy complicado el trabajo, y en más de una ocasión el director pensó en abandonar, aunque finalmente, tal y como ha reconocido el propio Van Groeningen, se dejó llevar por las emociones y consiguió encontrar la manera de trasladar las sensaciones que había sentido al ver la obra de teatro, consiguiendo una versión diferente y más personal.

Esta versión tomó forma final en la sala de montaje, cuando en uno de los mayores aciertos de la película, se decidió que su estructura narrativa fuese a través de saltos temporales, que a pesar de darle una cierta forma desestructurada al film, lo hacen perfectamente comprensible. 
Otro de los puntos fuertes es la banda sonora, trufada de espléndidas canciones de bluegrass (género musical que vendría a ser el génesis del country), cuyas letras tienen especial significado en el devenir de la historia. El compositor de la BSO, Bjorn Eriksson, apasionado de éste género musical desde los 16 años, compuso todas las canciones que suenan durante la película y también dirigió las grabaciones de la BSO, que interpretan magistralmente los dos actores principales.

Alabama Monroe’ se sostiene sobre 3 vértices muy claros: su BSO, su montaje no lineal y las interpretaciones de Johan Heldenbergh y Veerle Baetens. Todas y cada una de sus escenas demuestran el amor que sienten el uno por el otro desde el primer momento en que se conocen a pesar de ser tan diferentes. Da igual que los veamos haciendo el amor, cantando sobre el escenario o discutiendo amargamente. La química en pantalla entre ambos es espectacular.

La película es una historia de amor pura y dura. Amor entre Didier y Elise, y amor de estos hacia su hija Maybelle, pero también es una historia sobre la pérdida, de cómo dos personas que se aman pueden alejarse la una de la otra y cómo afecta eso a su manera de pensar. Didier radicaliza aún más su ferviente ateísmo mientras que Elise prefiere huir hacia el simbolismo y la religión. Hasta el momento, su relación había sido perfecta, pero la enfermedad de su hija hace que sus puntos de vista les arrastren hacia la tragedia que se resisten a evitar. Es en esa escena crucial del film, la del primer concierto de la banda después de la tragedia y donde vemos a la pareja en plena crisis, cuando la cámara de Felix Van Groeningen muestra con gran delicadeza cómo intentan arreglar las cosas (sobretodo Didier), enseñándonos las manos de ambos, cómo busca él el perdón y rechaza ella su acercamiento mientras interpretan una canción que es un perfecto resumen de toda su historia.

La caída a los infiernos de los dos protagonistas es evidente, y en todo momento somos conscientes de ello. A pesar de estar preparados, uno no puede evitar derramar una lágrima con ese final espléndido y sencillo, esa despedida a ritmo de bluegrass que hace de ‘Alabama Monroe’ (estúpido titulo el español, que puede hasta considerarse una especie de spoiler) una conmovedora historia de amor.
Información de más
  • Los tatuajes que luce Elise fueron diseñados por Emy La Perla, una diseñadora de tatuajes de Bruselas.
  • El CD de la BSO con las canciones del film ha sido todo un éxito de ventas en Bélgica.
  • La película ganó el premio al Mejor Guión y Mejor Actriz en el Festival de Tribeca y se alzó con el premio a la Mejor Película Extranjera de los pasados premios César.
Nota final: 8

Carlos

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