Errores musicales en los Oscars

Podríamos dividir el mundo de los compositores de bandas sonoras en 2 grupos: en uno estaría John Williams (por favor, reverencia al Maestro) y en el otro, el resto.



Si, reconozco que pierdo toda objetividad si se trata de hablar de John Williams. Asi que hoy voy a hacer un esfuerzo. Voy a dejar mi fanatismo a un lado. O por lo menos lo voy a intentar... Por un rato abandonamos el mundo de la crítica cinematográfica para sumergirnos en las notas musicales de BSO que han sido nominadas y/o ganadoras de un Oscar.


Dejando de lado el hecho que no darle cada año el Oscar a la mejor BSO a John Williams... es ya un error si nos ponemos a analizar el listado de ganadores de la estatuilla dorada a la mejor composición musical. Podemos encontrar ejemplos, algunos hasta sonrojantes, de fallos históricos a la hora de conceder este premio.

El primer caso lo encontramos en 1978. El italiano Giorgio Moroder se imponía a Dave Grusin, Ennio Morricone, Jerry Goldsmith y John Williams. Lo hacía gracias a 'El expreso de Medianoche', una de las películas más exitosas de ese año para la que Moroder compuso una BSO en la línea de lo que musicalmente triunfaba en ese momento, la música electrónica de la que el italiano era un claro exponente. 

Lo doloroso del caso ya no es que su triunfo supusiese derrotar a grandes compositores como los que eran sus competidores sino que además lo hacía superando a obras como 'El cielo puede esperar' (Grusin), 'Días de cielo' (Morricone), 'Los Niños del Brasil' (Goldsmith) o 'Superman' (Williams).


Dos años después la historia se repetiría casi de forma similar. 'Fama' de Alan Parker había sido un éxito sin precedentes y su BSO se convertía en una de las más vendidas del momento. De esta manera, logró que dos de sus canciones fuesen nominadas al Oscar a la Mejor Canción (que ganaría el famosísimo 'Fame' de Irene Cara) y que además su score, compuesto por Michael Gore, también fuese nominado.


En la lucha por el premio, Gore tenía delante a John Morris por 'El Hombre Elefante', Philippe Sarde por 'Tess', John Corigliano por 'Un viaje alucinante al fondo de la mente' y de nuevo a John Williams por 'El Imperio Contraataca'. Aunque en conjunto los rivales no eran tal vez de tanta envergadura como el año anterior es imperdonable que su victoria dejase sin premio a una de las más brillantes composiciones para cine que podremos encontrar jamás como es la BSO 'El Hombre Elefante' en la que John Morris supo transmitir a la perfección la tristeza del personaje principal.


Pero dicen que no hay dos sin tres... así que en 1980 volvemos a encontrarnos con otro caso sangrante. 'Carros de fuego' arrasaba en las taquillas del mundo, ganaba el Oscar a la mejor película y la BSO de Vángelis se convertía inmediatamente en una de las más conocidas de la historia. Nominación merecida, sin ninguna duda. 



Pero de nuevo tenemos un enfrentamiento contra cuatro BSO de altísimo nivel: 'Ragtime' de Randy Newman, 'En el estanque dorado' de Dave Grusin, pero sobretodo las sobresalientes 'En Busca del Arca Perdida' de John Williams y 'El dragón del lago de fuego' de Alex North, la mejor de las cinco nominadas y una de las últimas oportunidades que tuvo North (nominado en 14 ocasiones pero nunca ganador) de ganar el Oscar.

Es cierto que podemos considerar que la partitura de 'En Busca del Arca Perdida' ha acabado trascendiendo mucho más allá de la propia composición, siendo su tema principal todo un referente cinematográfico. Uno piensa en aventuras y le viene a la cabeza la marcha de Indiana Jones. Algo similar ocurre con 'Carros de Fuego' y su celebérrimo tema, pero en conjunto, la obra de Williams es infinitamente superior a la del griego Vangelis.


Las obras ganadoras en los sucesivos años se ganan en mayor o menor medida su estatuilla legítimamente. Durante los 90, coincidiendo con los mejores años de la compañía, prácticamente todos los Oscars a la mejor BSO son para películas Disney y no es hasta el año 2008 cuando volvemos a encontrar un caso flagrante de error histórico. De nuevo coincidiendo con la explosión mediática de una película, 'Slumdog Millionaire', uno de esos films que con el paso de los años hace que nos preguntemos cómo fue posible que tuviera su momento de esplendor.

Junto con la partitura de A.R. Rahman competían por el premio James Newton Howard por 'Defiance', Thomas Newman por 'Wall-E', Alexandre Desplat por 'El curioso caso de Benjamin Button' y Danny Elfman por 'Milk', todos ellos nominados varias veces a excepción de Rahman, su primera vez.


Los votantes de la Academia de nuevo volvieron a hacer ganadora a la BSO que menos lo merecía premiando a la partitura más vitalista y moderna pero menos interesante y arriesgada, dejando una vez más sin premio a la mejor de las cinco nomindas, la elegante epopeya romántica de Alexandre Desplat para 'El curioso caso de Benjamin Button'.


Entregar premios a lo mejor del año siempre supone dejar de lado a alguien que tal vez se lo merezca mucho más, y evidentemente siempre quedarán por encima de cualquier otra consideración la apreciación y gustos personales de cada uno para considerar más o menos justo dichos galardones.

En cualquier caso, todo es mucho mejor si John Williams es el que pone música (he dicho que intentaría hacer el esfuerzo de ser objetivo pero no he prometido nada...).

Carlos

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